Aunque este es un país en que determinadas esposas no preguntan de donde sale el dinero del palacio que compran, o el coche nuevo del garaje aunque sean ministras, la realidad sigue sorprendiéndonos diariamente, con esta mezcla de novela que nos vende el poder y las fechorías de sus alumnos aventajados.
Bankia ha remitido un escrito a la Audiencia Nacional al sentirse acosada, porque el Juez Pedraz investiga, (desvergonzado él) todo el montaje de su salida a bolsa. Sí, esa que arruinó a miles de confiados accionistas, que unió varias cajas hundidas y que nos costó a los españoles veinte mil millones de euros. Con lo que han tardado los políticos en cerrar y tapar el asunto, va un juez y se atreve a desenterrar sus cosas. Como si el dilapidar dinero de todos debiera ser de dominio público.
Claro que los límites ya se los pusieron claros al juez Elpidio, que por intentar llevar al presidente Blesa a la cárcel, a lo mejor lo trasladan al mismo sitio que a Garzón, y eso teniendo suerte. Porque pobre señor Blesa, tan amigo de Aznar y de los Porsches, le están publicando sus viejos correos claramente delictivos y (no caigo porqué) nadie del ámbito judicial parece que quiera enterarse.
Y a mí mi mujer, sin pasarme ni una ...
