miércoles, 9 de abril de 2014

LA CALIDAD DE LA DEMOCRACIA



     La calidad de la democracia y la catadura de nuestros gobernantes, más por lo que cuentan se retrata por lo que callan. Los ciudadanos deben estar informados para decidir, disponer de los datos para comparar, para juzgar actuaciones más allá de por promesas o slogans afortunados. Y aquí es donde se demuestra que en España vamos de mal en peor.

     Las virtudes de la reforma laboral no pueden estar basadas en el apagón estadístico. Deberíamos saber qué ha supuesto en cuanto a pérdida de puestos de trabajo, sobre todo de calidad y bien pagados, cuánto han bajado nuestros sueldos reales, qué explica el hundimiento de la demanda interna si ya estamos “presuntamente” saliendo de la crisis.

     Y lo peor es la política con nuestros jóvenes. Aparte de declaraciones del PP equiparando prácticamente el emigrar con un prolongado viaje de estudios, nada consigue rebajar su 50 % de paro. La única medida que han buscado para esconder su fracaso  es ocultar la cifra de cuántos se han tenido que buscar la vida fuera, no analizar ni dónde están ni de qué.  Para no tener que sumarlos. Porque todo indica que las cifras son escandalosas.

     Bueno, habrá una fórmula para conocer el dato aproximado: contar a cuántos les han quitado la Seguridad Social por estar más de seis meses fuera de su tierra para poder comer.