martes, 10 de marzo de 2015

¿IMPORTA LA SEGURIDAD VIAL?


        

Hasta ahora los Gobiernos habían  mantenido una política coordinada sobre seguridad vial. Menos este año las víctimas se estaban reduciendo, y sin ser todavía cifras soportables, se habían convertido en equiparables con el resto de Europa.

         De buenas a primeras alguien se ha dado cuenta que estamos en año electoral. Ya los sujetos a proteger no son los conductores prudentes, sino que lo importante es "identificar" a los radares, "que no sirvan para recaudar" y así "defender los derechos" de los infractores.




         Hace unos años Montoro (el bueno, el catedrático de Seguridad Vial de la Universidad de Valencia) nos contó que entonces había en las carreteras españolas los mismos radares que en toda Bélgica (del tamaño de Extremadura). En ningún país europeo se cuestionaba la persecución de los infractores con cualquier artilugio camuflado, sobre todo porque suponía la defensa del resto de usuarios de la vía.

        

         Es una irresponsabilidad  levantar la presión sobre las salvajadas que todavía vemos en nuestras carreteras. No hay dinero para renovar la flota, para mantener adecuadamente las vías y lo solucionamos diciendo donde están los radares.

        Somos ciudadanos libres que decidimos la velocidad a la que vamos. Negarnos a asumir sus consecuencias nos retrata como país y, dios mío, como gobierno.