CAMBIANDO EL FUTURO

        De buenas a primeras nos encontramos en un País desconocido. La gente que debía pagar y callar, de manera sorprendente ha decidido unirse y con candidaturas sin dinero y sin estructuras partidarias que las sostuvieran, pueden gobernar Madrid, Barcelona, Zaragoza, A Coruña...

        Porque hay ciertos datos que no podemos olvidar, como que en Madrid la jueza Carmena ha sacado en el ayuntamiento cien mil votos más que Podemos con su marca para la comunidad, aunque ese detalle no lo haya destacado Pablo Iglesias.

        Personas de asociaciones de vecinos, ONGs, ecologistas, grupúsculos de izquierda e independientes, han decidido que los partidos actuales no son el camino. Nadie habla de subvertir el sistema (salvo la desesperada Aguirre), sino de encontrar nuevas vías para devolver la prioridad de las Instituciones hacia las personas, para que solucionen nuestros problemas de ciudadanos machacados por una crisis que no hemos creado.

        Ada Colau y la juez Carmena son la consecuencia del abandono de los partidos para con sus electores, al decidir salvar bancos en lugar de personas vetando la dación en pago, al recortar sanidad, educación y derechos sociales. Porque la encuesta del INE sobre "las condiciones de vida" habla de la extensión de la miseria hasta el 22 por ciento de la población, y subiendo.

COSAS DE SOCIALISTAS

Da tranquilidad ver que tus líderes consideran “aceptables” los resultados electorales de las municipales: en Gipuzkoa se han recuperado alcaldías (sobre todo por el bajón de Bildu) y somos terceros en sus Juntas.

Claro que como bizkaino no lo veo yo tan claro. Si a la pérdida de Barakaldo le sumamos los desastres de Sestao, Basauri, Ortuella y Trápaga, esos lugares que eran recuperables porque gobernamos en su día, nos deja con dos islotes, Portugalete y Ermua, y en Juntas sin demasiado que contar.

Y tras la espléndida labor de demolición de Prieto en Araba y su retirada del sillón para dejárselo a su compañera, de haber gobernado no hace mucho tiempo nos convierte en la cuarta fuerza política del territorio, logrando por fin la más absoluta irrelevancia.

Tener una buena Secretaria General no ha sido suficiente. Llega el momento de romper la tendencia  bajista de los últimos años, o asumir el papel de comparsas, el que completa la coalición, siempre sin gritar mucho no sea que nos cierren todos los grifos.



Publicada como "carta al director" en EL CORREO el 1/06/2015