miércoles, 20 de marzo de 2013

SUMA Y SIGUE


       Es emocionante ver como nuestros políticos siguen insistiendo en las mismas políticas económicas. Esas que no sirvieron de nada en Grecia, Portugal e Irlanda, dan los mismos frutos en España e Italia, y pronto en Francia. Alguien decía el otro día que la aplicación de lo mismo en Chipre denotaba que no hay atisbo de vida inteligente en Europa. Malas lenguas.

       Claro que determinadas medidas denota que la miseria humana no tiene límite. Dificultar que al que no le queda ni trabajo ni paro acceda al miserable subsidio de 400 euros, retrata a nuestros gobernantes de manera dramática. No hay enchufados que echar ni chiringuitos que cerrar. Hay que humillar todavía más a aquel al que le hemos quitado su medio de vida. Para que escarmiente.




       Y la última que nos ha llegado ha sido impedir las ayudas al Programa Nacional de Transplantes a todas aquellas Comunidades Autónomas que no cumplan las cifras de déficit. Es decir, que ponen ineptos para que gobiernen, y sino cumplen, castigan a los ciudadanos. Y en un programa referente mundial por su calidad. Ellos no se tocan, no echan ni al mal gestor. Pero en Valencia los transplantes a los ciudadanos empezarán a perder calidad porque su Presidente prefiere avalar al Hércules, Elche y Valencia C.F. en lugar de gestionar sus recursos con inteligencia.

       El problema es que casos como el de Ponferrada, la imputación del sr. Pujol o las primeras medidas de Urkullu reduciendo la inversión en I+D+I un 30 %, demuestran que el resto de los partidos siguen sendas bastante parecidas a la del PP. Si al final los equivocados seremos los ciudadanos, que nos quejamos de todo, pese el magnífico futuro que preparan para nuestros hijos de dicha y trabajo gracias a la emigración.


                  Publicada en EL CORREO como carta al director el 23/03/2013


domingo, 10 de marzo de 2013

POR FAVOR

     Tal vez sea hora de que alguien empiece a plantear una salida a todo este desastre. Hablo de alternativa para todos, no solo para los bancos y los especuladores pillados en la burbuja inmobiliaria, sino para el país y sus ciudadanos.
     Hasta ahora hemos asistido a una completa ceremonia de la confusión. Empezamos la crisis escuchando a Zapatero diciendo que bajar impuestos era de izquierdas, y a su gobierno aplicando después políticas de ajuste propias de la derecha gobernante en Europa. Posteriormente y gracias a su descrédito, el PP arrasa en las elecciones, y en contra de lo prometido, sube todos los impuestos posibles y nacionaliza la banca arruinada (mejor dicho socializa sus pérdidas).




     A esto le sumamos seis millones de parados, abandonados a su suerte por el gobierno actual,  un rosario de casos de corrupción, sin ningún político en la cárcel, y nuestras principales instituciones en tela de juicio según todas las encuestas.
     Para "solucionar sus agujeros" han dejado sin derechos a los trabajadores, bajado el sueldo de los funcionarios y "reorganizado" nuestras educación y sanidad públicas,situándolas a niveles de hace veinte años. No se han tocado un privilegio, no luchan en serio contra la corrupción ni el fraude fiscal, ni han dejado a ninguno de sus "asesores" sin el oportuno sillón.
     Ya no queremos oír ocurrencias, salidas de la crisis con el actual "sálvese quien pueda", ni a demagogos prometiendo lo que no saben ni escribir. Solo, y por favor, que no nos tomen por imbéciles.



Publicado en EL CORREO como carta al director el 17/03/2013