El PSE lleva demasiados años con una estrategia peligrosa:
perdiendo apoyos a borbotones, sin que nadie asuma responsabilidades y sin analizar
los motivos.
Las sucesivas ejecutivas, primero
por responsabilidad, luego por presunta visibilidad ante la sociedad, han elegido
el eterno pacto con el PNV. Eso ha provocado la pérdida de identidad y de
perfil político propio, que nos ha conducido inexorablemente a la irrelevancia.
La única duda que tenemos es si nuestra
Ejecutiva tardará quince días o un mes en firmar un pacto de gobierno con el
PNV. Dicen que así tendremos posibilidad
de gobernar y vender gestión, como si nuestros socios nacionalistas se chuparan
el dedo.
No se trata de mejorar el
proyecto político de la Secretaria General. Es tener uno que nos identifique
como fuerza de izquierda, que convenza a los ciudadanos de las bondades de
votar PSE, en contraposición con otras
ofertas políticas que nos han quitado espacio y electorado.
Esta movilización existente por las primarias, por
la elección de Pedro Sánchez, es una ocasión inmejorable para convencer de que somos
útiles a nuestros votantes y a la sociedad. Sería terrible perderla también,
porque ya nos quedan muy pocas.
Publicada en EL CORREO como carta al director el 27/5/22017
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