martes, 29 de mayo de 2018

LA HORA DE LA RESPONSABILIDAD




Creo que en política debemos tener claras unas mínimas líneas rojas. No podemos permitir que cualquiera asuma el poder si no está capacitado éticamente para ejercerlo, aunque gane las elecciones.

Y si somos la fuerza mayoritaria de la oposición es para cumplir con nuestras obligaciones, y la principal es presentar una moción de censura cuando el sistema democrático está en peligro.
No se trata de denostar tal o cual política concreta. Hablamos de que los tribunales están sentenciado reiteradamente que el PP es un partido intrínsecamente corrupto.




El PSOE tiene que presentar ya una moción de censura por responsabilidad y por sentido de Estado. No podemos seguir haciendo cálculos electorales sobre si nos beneficia o no, porque la situación de podredumbre amenaza con infectarlo todo. Porque los delincuentes no se van a ir, porque su objetivo no es el bienestar de los españoles, sino seguir saqueando las arcas.

Y porque por encima de todo está defender a los ciudadanos y sus derechos. Y eso se hace protegiendo el estado democrático de aquellos que, por intereses inconfesables, apoyan al PP a cualquier precio.



Publicada en EL CORREO como cartas al director el 26/05/2018

¿LA LUZ AL FINAL DEL TÚNEL?



Nos hemos sentido maltratados por la sentencia de la Audiencia de Navarra sobre la violación en grupo de una joven en San Fermines. Una convocatoria por redes, sin organización previa, saca a miles de hombres y mujeres para defender nuestros derechos como personas.

Estos días hemos visto como los jubilados con sus protestas por las pensiones de miseria, con un apoyo sorprendentemente masivo, han conseguido cambiar una decisión insolidaria, que hacía recaer los ajustes y las injusticias sobre los más débiles.




Pero hace otro mes, la huelga convocada por las mujeres significó movilizaciones desconocidas en defensa de los derechos de otra parte de esta sociedad, pretendidamente adormecida e insolidaria, pero que presenta signos de fatiga y de hartazgo ante tanto desafuero y tanta desvergüenza.

Tal vez me ciegue el deseo, pero creo ver una sociedad que está llegando al límite de su aguante, que manifiesta un apoyo desconocido a cualquier causa justa, a todo aquello que nos une frente a la ignominia, ante el insulto a nuestra inteligencia de ciudadanos decentes. Y me encanta.


Publicada en EL CORREO en cartas al director el 16/05/2018