Los ciudadanos ya no sabemos qué hacer con toda esta colección de desastres, de malas noticias y mala gestión procedentes de los que nos gobiernan. La situación económica no solo no mejora, sino que hemos llegado a los seis millones de parados, uno de cada cuatro trabajadores y más de la mitad de nuestros jóvenes.
Los partidos nos regalan periódicos escándalos, encabezados por PP y CiU, donde demuestran la absoluta falta de respeto hacia los ciudadanos y hacia los recursos que ponemos a su disposición. Incluso el PNV, que en un ejercicio de cinismo sonrojante, habla de reforma fiscal y de subida de impuestos, tras tres años de zancadillas y de desaires al Lehendakari que preconizaba precisamente eso.
Y Rajoy en la inopia, preocupado por las cifras macroeconómicas de déficit y rescates bancarios, olvidándose de las personas (los parados) y las empresas (las que necesitan el crédito). Y con la curiosa paradoja de que cuanto más obedece a la Troika peores resultados logra, y más desacreditado y aislado se queda entre sus socios europeos ante cualquier nombramiento de cargo institucional.
Hoy si un ciudadano se manifiesta, o es un "perro flauta" o un traidor a la patria, pero nadie busca soluciones para las personas, para darles al menos una esperanza. No sé donde nos quieren llevar, y creo que ellos tampoco. Han convertido el conformismo en miedo, que nos atenaza y mientras nosotros queramos les seguirá dejando medrar a nuestra costa.
Publicade en "EL CORREO" como carta al director el 10/02/2013
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