Dentro de este maremagnum de malas noticias económicas y pésimas
sobre corrupción, hay pequeñas islas de esperanza. Son las presencias de jueces
independientes, que no les preocupa tanto su futuro profesional como hacer un
buen trabajo, defendiendo los derechos de los ciudadanos frente al ambiente de
miedo y desánimo que genera la impunidad.
Me refiero a los casos de los jueces instructores de los casos
"Urdangarín" y de los "ERES de Andalucía", José Castro y
Mercedes Alaya. Personas decentes rodeadas de inspectores, técnicos y policías
que quieren hacer bien su trabajo, y que con el suficiente apoyo pueden empezar
a darnos ánimos desde los hechos, demostrándonos que el sistema funciona en más
casos que en los que no.
La prensa está haciendo una labor impagable, manteniéndoles en el
centro de la actualidad, impidiendo así maniobras que entorpezcan su labor, que
intentos ya ha habido. Los ciudadanos informados son más difíciles de
manipular, y más conscientes de sus derechos.
Por eso Rajoy no soporta las ruedas de prensa. Que no sea capaz de
someterse al escrutinio de periodistas independiente, es una pésima noticia
para los ciudadanos, y retrata nítidamente al personaje.
Publicada en EL CORREO como carta al director el 08/04/2013
Publicada en EL CORREO como carta al director el 08/04/2013
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