martes, 30 de octubre de 2012

¿Y ahora dónde vamos?


En un momento clave como el actual, con la crisis económica más devastadora de la historia y en manos de unos líderes europeos imponiendo políticas de tierra quemada para derechos y libertades, nos encontramos con una izquierda sin respuestas, practicando políticas ajenas y a la defensiva, sin alternativas que ofrezcan seguridad e ilusión a unos ciudadanos atenazados por el miedo.

 Nos están estafando ingentes recursos para solucionar los problemas de la banca, la culpable de todo este desastre, que incrementan la deuda de todos hasta límites inasumibles. Por eso nos tienen que convencer de que hemos vivido por encima de nuestras posibilidades, aunque solo hayamos hecho caso a sus mensajes, que el Estado del Bienestar es insostenible, aunque en España es el más barato por habitante de Europa.

Y enfrente no hay nada. Las elecciones vascas y gallegas han demostrado que el PSOE no conecta con el electorado. No solo no cala su mensaje, es que a veces parece que no importa, se ignora. En un principio era la herencia de tres años de zapaterismo mal explicado y peor gestionado, que dejó una sensación a medio camino entre la decepción y la traición. Pero hoy algo más tiene que haber para que el partido que recorta y machaca a las clases medias pierda menos apoyos que la oposición que dice defenderla.

No hay luz porque no se ve el final del túnel. El Gobierno intenta mantenerse a flote con potestas, pero sin autoritas. Bandazos, improvisaciones y opacidad absoluta marcan una línea que no sabemos donde va. Pero los que ya la han recorrido han llegado a la miseria.

Publicado en EL CORREO como "Carta al Director" el 5/11/2012.

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