miércoles, 5 de diciembre de 2012

¿EVOLUCIÓN?

Que estamos en una profunda crisis no solo lo dicen los números. Los valores de esta sociedad cambian a marchas forzadas, y aquello por lo que peleamos para mejorar nuestra calidad de vida, la de nuestros hijos, es un obstáculo para salir de esta situación de quiebra económica y desánimo general.

Ahora mandan los demagogos y los charlatanes. La política entendida como medio para solucionar problemas, para hacer partícipes a los ciudadanos de su presente y de su futuro, se ha convertido en un instrumento de dominación, de aniquilación de las clases medias, de derechos de los ciudadanos.


La educación y la sanidad públicas son dos pesadas cargas para la sociedad, que hay que aligerar para retomar la senda de una recuperación ficticia cada vez más lejana. Ya no servirán para que tengamos los ciudadanos unas coberturas mínimas pagadas con nuestro esfuerzo, sino para enriquecer a unos pocos a costa de toda la sociedad. Ni siquiera importa que en Madrid una cama gestionada en un hospital privatizado sea un 36 % más cara que en un hospital público.

Ahora llega la hora de demoler la justicia universal y gratuita. Como no se puede privatizar se limita, y habrá que pagar para defendernos ante el Estado, exento de las tasas,  y las Empresas, que las deducirán de sus gastos. ¿Para qué pagar una indemnización si la víctima no tiene medios para reclamarla?.

Hemos vuelto a la ley de la selva después de un corto paseo por una modernidad con derechos y libertades. Y no hemos sido capaces de hacer nada por defenderla.


Arrigorriaga 23 de noviembre de 2012




Publicado en ELCORREO como "Carta al director" el 2 de diciembre de 2012

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