ANÁLISIS DE UN SUICIDIO

Los socialistas hemos decidido no salir del túnel. Tras del varapalo histórico en las últimas elecciones, que demuestra que cuando se hacen mal las cosas recoges los correspondientes frutos, hemos decidido enredarnos en un sin fin de pleitos internos, de desautorizaciones a la Ejecutiva, de auténtica jaula de grillos,  para seguir ascendiendo hasta el desastre final.

En lugar de coger el toro por los cuernos, de reconocer lo que se ha hecho mal y poner en valor aquello de lo mucho que mejoró la vida de los españoles, de rectificar y ratificar planteamientos cara a los ciudadanos, lo estamos haciendo de manera vergonzante, de tapadillo, sin conectar con una sociedad que ve como sus cláusulas suelo se las deben solucionar los jueces.

Queremos democratizar el partido, pero destrozamos sus ventajas. Buscamos fórmulas que impliquen a los ciudadanos, que les haga participar en nuestras decisiones y elegir los candidatos que luego les pediremos que voten. Pero en lugar de hacerlo de forma consensuada, todos a una, los catalanes anteponen sus callejones sin salida, y el PSdeG se desmarca y convoca a su aire, con la consiguiente bronca interna oportunamente aireada en la prensa. 

Y por último los andaluces, con Griñán haciendo cosas tan raras que por fuerza nos ha recordado los EREs, en los que asegura no tener nada que ver. Remata convocando un proceso de primarias que en el momento que se analice servirá para también anular el atractivo de este método, no sea que recuperemos la credibilidad de los escamados ciudadanos.

¿Estamos todos locos? ¿No nos valen los resultados de las encuestas para ver que el "sálvese quien pueda" y el "mirar para otro lado" no nos deja levantar cabeza?¿A qué espera la Ejecutiva Federal para funcionar como tal, y enseñarle la puerta de salida a todo el que no se sienta a gusto bajo nuestras siglas?

Llegamos a un momento clave. Con el cabreo general, y dado que siempre se han considerado menores,  los resultados de las Elecciones Europeas pueden ser dramáticos. Y para un partido como el PSOE no quedar primero o segundo sería demoledor, e inauguraría una tendencia descendente fácil de iniciar hoy, pero muy difícil de cortar en el futuro.

Publicada en EL CORREO como "carta al director" el día 3 de julio de 20.013