TRILEROS

       Asisto perplejo a esto que le llaman el problema catalán, (que pronto puede ser el vasco), disfrutando de las cosas que se están haciendo para no solucionar nada. Primero mantenerse cada uno en su posición y no ceder un ápice: unos saben que la mano dura les dará réditos electorales en el resto de España, que es su prioridad. Otros se visten de víctimas y claman por un juego de palabras para no pedir independencia (porque por lo visto saben que pierden), con dos preguntas tramposas, no sea que se aclare el electorado.

       Así desviamos la atención de la gestión más corrupta e inepta de una comunidad, la de CiU, y sobre una crisis económica que se les va de las manos. Y de tapadillo pagamos negocios ruinosos de amiguetes, autopistas quebradas y plataforma Castor que nos costarán seis mil millones de euros a escote.


       Están ahorrando en becas, en subsidio de paro, la sanidad empeora por momentos, y el paro se mantiene pese a contratos de esclavos. Y nosotros mirando al limbo, al espantajo que nos ponen para llamar nuestra atención. Este es un juego de trileros, y los incautos seguimos siendo los de siempre.