En
este país la política la desempeñan los marcianos. En cualquier ámbito si se
cumplen los objetivos te aplauden y si no te sacuden. Pero aquí Rajoy perdiendo
3,5 millones de votos y 60 diputados está encantado, Sánchez perdiendo 20
diputados tras otra debacle anterior se felicitaba y agradecía apoyos y los dos
emergentes, que han surgido de la nada y han logrado 69 y 40 parlamentarios,
han medio perdido porque “¡no se han cumplido sus expectativas!”.
Pero
lo que me duele es que mi Secretario General, tras el desastre cosechado, no
haya presentado de inmediato su dimisión irrevocable. Hablar de resultado
histórico (que lo es, es el peor logrado nunca) e intentar vender como bueno
ser irrelevantes en las grandes ciudades, en el voto urbano en general, en
Cataluña, en Euskadi, en Madrid, en Valencia, es una falta de respeto a los
afiliados y a los ciudadanos que sonroja.
Nos
mantienen Andalucía, Extremadura y que Podemos no ha llegado a tiempo a la
España profunda. Pero eso puede solucionarse pronto, sobre todo con la “gran
coalición” que predica Felipe González. Seguir en épocas de crisis sistémicas
con palabras vacías, con miedos al IBEX 35, sin liderar ni ilusionar a tus
votantes ni a tus militantes angustiados en su día a día, les obliga a buscar
otras alternativas, acelerando ese proceso de “pasokización” que con tanto
empeño hemos iniciado.
Arrigorriaga 21/12/2015
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