Cuando alguien defiende la gestión de Zapatero siempre le digo que
bien los primeros seis años, con infraestructuras, derechos y progreso. Pero
que los dos últimos, tras el aldabonazo de Europa, cambios radicales, bandazos,
finalizando con una vergonzosa modificación constitucional sin encomendarse ni
a dios ni al demonio. Claro que cuando me quieren vender que la herencia
recibida es exclusivamente suya, y que ahora estamos así por su
responsabilidad, tampoco trago.
Hemos sufrido un rescate financiero de cuarenta mil millones, que pagaremos a escote, pedido para salvar Bankia, cajas valencianas, gallegas y alguna catalana, en manos del PP. El tan cacareado déficit desbocado que nos machaca se cumplió en gran parte en el Estado, pero afloró de la nada de comunidades autónomas como Valencia y Madrid gobernadas desde siempre por el PP. Hemos vivido una reforma laboral que nos ha dejado sin derechos consiguiendo a cambio más paro. Vamos, que no solo no ha servido de nada sino que nos hemos quedado indefensos ante cualquier tropelía de la patronal.
El problema es ahora quién nos saca de todo esto. Quién tiene ideas, quien decide escuchar los problemas de los ciudadanos y quién es capaz de recoger las energías de los que protestan por las tropelías que vemos a diario, para cambiar esta sociedad empobrecida y sin futuro. Quién nos saca del miedo y la resignación en la que estamos ahogados, antes de que esto tenga una solución a la griega.
Publicada en EL CORREO como "Carta al director" el 31/12/2012