sábado, 22 de diciembre de 2012

CULPABLES


Cuando alguien defiende la gestión de Zapatero siempre le digo que bien los primeros seis años, con infraestructuras, derechos y progreso. Pero que los dos últimos, tras el aldabonazo de Europa, cambios radicales, bandazos, finalizando con una vergonzosa modificación constitucional sin encomendarse ni a dios ni al demonio. Claro que cuando me quieren vender que la herencia recibida es exclusivamente suya, y que ahora estamos así por su responsabilidad, tampoco trago.


Hemos sufrido un rescate financiero de cuarenta mil millones, que pagaremos a escote, pedido para salvar Bankia, cajas valencianas, gallegas y alguna catalana,  en manos del PP. El tan cacareado déficit desbocado que nos machaca se cumplió en gran parte en el Estado, pero afloró de la nada de comunidades autónomas como Valencia y Madrid gobernadas desde siempre por el PP. Hemos vivido una reforma laboral que nos ha dejado sin derechos consiguiendo a cambio más paro. Vamos, que no solo no ha servido de nada sino que nos hemos quedado indefensos ante cualquier tropelía de la patronal.


El problema es ahora quién nos saca de todo esto. Quién tiene ideas, quien decide escuchar los problemas de los ciudadanos y quién es capaz de recoger las energías de los que protestan por las tropelías que vemos a diario, para cambiar esta sociedad empobrecida y sin futuro. Quién nos saca del miedo y la resignación en la que estamos ahogados, antes de que esto tenga una solución a la griega.




Publicada en EL CORREO  como "Carta al director" el 31/12/2012

martes, 18 de diciembre de 2012

JUSTICIA PARA RICOS


Como ciudadano de a pie intento comprender el lío que se ha montado con todo el estamento judicial. Pero una cosa es que no conozcamos sus entresijos y otra que no sepamos que su función es defender a los ciudadanos, proteger nuestros derechos frente a los abusos, incluso de la propia Administración.

El señor Gallardón afirma que son necesarias las tasas para solucionar la falta de medios. Gracias a sus medidas si hoy si me despiden y no hay acuerdo, tendré que pagar 300 € para poner la demanda, y si no acepto la sentencia el recurso me saldrá por 800 €. Eso en paro, y aparte abogado defensor y procurador. ¿Protestar por una multa de tráfico, una factura impagada o porque el seguro me abone lo que le dé la gana?. Por cierto, la empresa que se ha reído de mí, desgravará sus costas judiciales.


¿Que recursos se ahorrará el Gobierno? Las denuncias de todos aquellos que por falta de medios no puedan defenderse de los abusos. Otra vuelta de tuerca: primero te quitan derechos, y luego los que te queden no los podrás defender.

Y además de eliminar decenas de jueces sustitutos, aquellos que cubrían bajas y que pese a todo no conseguían evitar el grave retraso de los asuntos judiciales, la última ocurrencia es privatizar el Registro Civil.  A partir de ahora los notarios y los registradores de la propiedad (como el Sr. Rajoy, qué casualidad) controlarán los nacimientos, fallecimientos y demás documentos que hasta ahora eran gratis. En lugar de agilizar papeleos, crean nuevos trámites y tasas a los ciudadanos.

Creo que no somos conscientes del peligro que supone la adopción de estas medidas. Tras la eliminación de gran parte de los derechos laborales y los recortes y privatizaciones en sanidad y educación, impedir a las clases medias y a los más desfavorecidos la defensa de sus derechos, supone un intento de exclusión como miembros de una sociedad democrática, como iguales ante la ley en derechos y obligaciones. Y cualquier ministro que lo intentara debería ser expulsado del Gobierno de inmediato.


miércoles, 12 de diciembre de 2012

PARA CUALQUIERA


Lo inadmisible de la crisis actual es que se manejan cifras de déficit, de exportaciones, de paro, cuando realmente estamos hablando de personas que se están quedando en la estacada, que se han quedado sin nada. Según la CE solo estamos por encima de Rumanía y Letonia en porcentajes de pobreza entre nuestros ciudadanos, y este año promete ser mucho peor.


Hemos perdido completamente el norte cuando la prioridad es el déficit y la banca. Cuando hablamos de 30.000 millones para salvar cajas arruinadas por personas con retiros tan grandes como vergonzosos, y no escuchamos que el 21 % de las familias españolas están bajo el umbral de la pobreza, una nueva realidad de exclusión social masiva, de gente a la que le hemos quitado el trabajo, luego la vivienda y ahora necesitan caridad para vivir.

Y además de machacar la sanidad pública, y sobre todo la educación y la investigación para poder soñar con cualquier futuro, seguimos con destrucciones masivas de empleo bien remunerado, en banca, Iberia, y en mi Bizkaia, en Formica, Gerdau o Firestone. Empresas referencia, aquellas que soñábamos con entrar para asegurar un futuro tranquilo y desahogado, y que ahora se convierten en auténticas trampas. Porque el despedido pasa de trabajador privilegiado y con alto nivel de vida y endeudamiento a parado sin alternativas con cualificación tan específica como imposible de repetir.

Seguimos sin darnos cuenta de que esta crisis ya nos puede afectar a cualquiera y a las víctimas, sin empleo y sin expectativas, les envía directamente a la miseria.


Publicado en EL CORREO como "Carta al director" el 23/12/2.012


lunes, 10 de diciembre de 2012

PELÍCULAS TRISTES


Todas las soluciones propuestas a esta crisis pasa por el sacrificio y el trabajar más por parte de todos los sufridos ciudadanos. Bajadas salariales y eliminación de derechos laborales, subidas de impuestos y pérdida de servicios hasta ahora considerados básicos, jalonan todas las recetas presentadas para sacarnos del problema, pero empujándonos cada día más hacia el desastre.







Aparte de la percepción general de que el reparto de las cargas es todo menos justo, y que los ciudadanos de a pié soportamos la gran mayoría de los recortes, algo que resta la poca credibilidad que le queda al sistema es la existencia de la corrupción. Sin olvidar que está lejos de solucionarse el problema, nuestras instituciones han reconocido que los casos detectados han aumentado casi un 30 %, lo que causa desánimo es observar que las operaciones policiales que se anuncian con  grandes titulares de prensa, el paso del tiempo los convierte en humo, o prescriben por falta interesada de celeridad en su tramitación.

Pero lo más sonrojante es el tratamiento que se da a los grandes empresarios y las grandes fortunas cuando son pilladas "in fraganti". Sin olvidar otros casos sonados, el señor Díaz Ferrán, ex presidente de la CEOE, no está en la cárcel por la acción de la justicia o de la Policía. El error de este señor fue incordiar a gente demasiado grande, con los recursos suficientes para contratar bufetes y detectives privados, que le han acabado metiendo en la cárcel. Como en las películas de cine, pero mucho más triste


Publicado en EL CORREO  como "Carta al director" el 12 de diciembre de 2.012

miércoles, 5 de diciembre de 2012

LÍMITES


No hay nada extraño en que las encuestas digan que los políticos son uno de nuestros principales problemas, tras el paro. No solo no solucionan la grave crisis económica que padecemos, que se manifiesta sobre todo en un paro desbocado, sino que nos regalan nuevas querellas por sus ansias de figurar, de permanecer en la memoria.

No importa que la actual legislación del aborto esté socialmente aceptada por una mayoría inapelable. A ninguno le preocupa que no haya en la calle problemas con la educación de nuestros hijos en catalán o en euskera. Salvo los sectores más reaccionarios de la Iglesia, por lo visto ampliamente representados en el actual Ejecutivo, nadie reclamaba el regreso de una educación religiosa evaluable.

Han decidido abrir nuevos frentes para implantar sus creencias sobre los derechos de los ciudadanos, para imponernos su fe sobre nuestras elecciones y decisiones. No sé si todo esto forma parte de una campaña para distraernos del cambio social que imponen con la excusa de la crisis. Para no explicar que echen al 75 % de la plantilla de la televisión de Madrid, pero a ningún directivo.
Este Gobierno tensa una sociedad cerca del límite de tolerancia, que no debería llegar a sentirse además de empobrecida humillada. Por el bien de todos.


Publicado en EL CORREO el 8/12/2012 como "Carta al director".

¿EVOLUCIÓN?

Que estamos en una profunda crisis no solo lo dicen los números. Los valores de esta sociedad cambian a marchas forzadas, y aquello por lo que peleamos para mejorar nuestra calidad de vida, la de nuestros hijos, es un obstáculo para salir de esta situación de quiebra económica y desánimo general.

Ahora mandan los demagogos y los charlatanes. La política entendida como medio para solucionar problemas, para hacer partícipes a los ciudadanos de su presente y de su futuro, se ha convertido en un instrumento de dominación, de aniquilación de las clases medias, de derechos de los ciudadanos.


La educación y la sanidad públicas son dos pesadas cargas para la sociedad, que hay que aligerar para retomar la senda de una recuperación ficticia cada vez más lejana. Ya no servirán para que tengamos los ciudadanos unas coberturas mínimas pagadas con nuestro esfuerzo, sino para enriquecer a unos pocos a costa de toda la sociedad. Ni siquiera importa que en Madrid una cama gestionada en un hospital privatizado sea un 36 % más cara que en un hospital público.

Ahora llega la hora de demoler la justicia universal y gratuita. Como no se puede privatizar se limita, y habrá que pagar para defendernos ante el Estado, exento de las tasas,  y las Empresas, que las deducirán de sus gastos. ¿Para qué pagar una indemnización si la víctima no tiene medios para reclamarla?.

Hemos vuelto a la ley de la selva después de un corto paseo por una modernidad con derechos y libertades. Y no hemos sido capaces de hacer nada por defenderla.


Arrigorriaga 23 de noviembre de 2012




Publicado en ELCORREO como "Carta al director" el 2 de diciembre de 2012

martes, 30 de octubre de 2012

¿Y ahora dónde vamos?


En un momento clave como el actual, con la crisis económica más devastadora de la historia y en manos de unos líderes europeos imponiendo políticas de tierra quemada para derechos y libertades, nos encontramos con una izquierda sin respuestas, practicando políticas ajenas y a la defensiva, sin alternativas que ofrezcan seguridad e ilusión a unos ciudadanos atenazados por el miedo.

 Nos están estafando ingentes recursos para solucionar los problemas de la banca, la culpable de todo este desastre, que incrementan la deuda de todos hasta límites inasumibles. Por eso nos tienen que convencer de que hemos vivido por encima de nuestras posibilidades, aunque solo hayamos hecho caso a sus mensajes, que el Estado del Bienestar es insostenible, aunque en España es el más barato por habitante de Europa.

Y enfrente no hay nada. Las elecciones vascas y gallegas han demostrado que el PSOE no conecta con el electorado. No solo no cala su mensaje, es que a veces parece que no importa, se ignora. En un principio era la herencia de tres años de zapaterismo mal explicado y peor gestionado, que dejó una sensación a medio camino entre la decepción y la traición. Pero hoy algo más tiene que haber para que el partido que recorta y machaca a las clases medias pierda menos apoyos que la oposición que dice defenderla.

No hay luz porque no se ve el final del túnel. El Gobierno intenta mantenerse a flote con potestas, pero sin autoritas. Bandazos, improvisaciones y opacidad absoluta marcan una línea que no sabemos donde va. Pero los que ya la han recorrido han llegado a la miseria.

Publicado en EL CORREO como "Carta al Director" el 5/11/2012.

domingo, 26 de agosto de 2012

NO ENTIENDO NADA



Don Mariano es una persona de la que nadie duda de su preparación, y que se ha encontrado con una herencia y una crisis económica históricas. Las elecciones municipales y generales le han dado todo el poder en todos los ámbitos, convirtiéndose en el primer Presidente que sabía con un año de antelación que iba a gobernar con una holgada mayoría absoluta.

Pues con este escenario y pudiendo decir que todo era culpa de los demás, fuera o no cierto, en lugar de agarrar al toro por los cuernos, explicar a los españoles la profundidad de la crisis y los sacrificios a que nos obligaba la situación, las ideas que tenía para resolverla y los equipos que había preparado para abordarla, ha decidido esconder la realidad y tratar a los ciudadanos como menores de edad, despilfarrando su crédito personal y político en seis escasos meses.


No puedo entender que no haya salido por televisión y nos haya explicado qué estaba mal, qué debíamos y qué sacrificios eran necesarios, porque eso los ciudadanos lo entendemos, y haya recurrido a eufemismos de "reformas" cuando eran recortes, "detraimientos de la paga de navidad" en lugar de recortes salariales a funcionarios, y "préstamo a la banca" cuando es un rescate parcial avalado por todos los españolitos.

Al final ¿en qué ha empleado ese año en que sabía que iba a gobernar? ¿No se ha leído los estados de sus comunidades autónomas, no ha hablado con Merkel o Sarkozi, correligionarios y amigos para encontrar soluciones aceptadas por todas las partes?.

Ahora llega un durísimo segundo rescate, y vuelve a repetir los mismos errores. Que si no tendrá
contrapartidas para los ciudadanos (que conoceremos por la prensa extranjera, o cuando se debata en el parlamento alemán), que será una ayuda en lugar de un préstamo leonino, como en el resto de los rescates y que no precisará nuevos ajustes, cuando ya los están negociando en Bruselas. Lo cual volverá a aumentar su descrédito entre los españores, a un nivel parecido al que ya disfruta entre nuestros socios europeos.


 Publicado como carta al director en EL CORREO el 26 de agosto de 2.012

martes, 10 de julio de 2012

Funcionarios asesinos


            A mí lo que me pudre es que los políticos de este País, percibidos por la población como uno de los tres problemas más graves que tenemos, sigan empeñados en poner el foco de todos los males en los funcionarios. Es lo más fácil, porque no somos simpáticos por la seguridad de nuestro trabajo y porque con apretar una tecla nos bajan el sueldo, y ningún otro ciudadano nos apoyará.

            Pero analicemos las excusas que ponen sus excelencias: ¿Hay muchos funcionarios? Comparándonos con el resto de Europa somos de los que menos tenemos por habitante, lo que tal vez tenga que ver con algunas deficiencias en nuestros servicios públicos. Pero habrá que recordar que las plantillas, los organismos autónomos y el número de funcionarios los deciden ellos, y el incremento se ha producido en las comunidades autónomas, donde han gobernado en una u otra época todos los partidos políticos hispanos.

            ¿Porqué no miramos, por ejemplo, los cargos de confianza? Si sobramos funcionarios ¿por qué nuestros mandamases siguen metiendo sin sonrojo decenas de personas en la administración por la cara? ¿Dónde han metido los partidos a muchos alcaldes y concejales cuando han abandonado su cargo? ¿Ayuntamiento de Bilbao, Diputación de Bizkaia, Gobierno Vasco o en los tres a la vez? En toda España se manejaba la cifra de 40.000 (mil y muchos solo en el Ayuntamiento de Madrid, pero no se crean que en Euskadi andamos cojos), los cuales tienen sueldos de funcionario, privilegios aparte.

            Y luego podríamos hablar del dislate organizativo de las administraciones existentes, que tampoco es culpa de los funcionarios, sino de los que se amarran a su reino de taifas, (ayuntamiento, diputación o Gobiernos) y solo miran como criterio de supervivencia y funcionamiento cuánto pueden gastar y cuanta gente tienen bajo su mando. ¿Que las competencias de urbanismo y asistencia social están repartidas entre ayuntamientos, diputaciones y gobierno vasco? Estamos en Euskadi, con cuatro parlamentos mirándose con desconfianza y incordiándose todo lo que pueden.

            Y en lugar de destrozar la sanidad y la educación pública (señas de sociedad democrática y de futuro) echo de menos medidas que han tomado nuestros socios, dentro de las recomendaciones de los burócratas europeos: subidas de impuestos a las rentas más altas, eliminar figuras vergonzosas como las SICAV, que las empresas paguen lo que les corresponde en el impuesto de sociedades, (no como Iberdrola en Bizkaia cero patatero dos años). Y una lucha contra el fraude fiscal real, no precisamente una amnistía para los sinvergüenzas. Pero de eso también tendremos la culpa los funcionarios.

domingo, 24 de junio de 2012

Como gallinas sin cabeza



Estamos en el peor momento de la crisis, hasta ahora. Leo contenidos de hace tres años sobre la situación económica, y veo una repetición de cada vez peor, la que se nos viene encima, lo que nos espera...

Seguimos hundiéndonos poco a poco, y no porque no haya soluciones, sino porque es la manera de que el poder vuelva donde algunos consideran que siempre debió estar. Alguien dijo que se ha roto ese pacto socialdemócrata por el que los ricos aceptaban ceder una parte de sus riquezas para que existiera la clase media, la que les daría la tranquilidad.


En la Europa del siglo XX se consiguió una educación para todos de una mínima calidad, una sanidad universal y una calidad de vida que creo sociedades estables, que el propio consumo retroalimentaba y que proponía un espejismo de riquezas para todos, o al menos para un tanto por ciento desconocido en la historia universal.

Pero algo se ha quebrado. La codicia ha roto el esquema, y primero los bancos convertidos en casinos, luego burbujas inmobiliarias, tecnológicas o de materias primas, (especulación financiera llamada de una u otra manera), han destrozado el escenario. Porque los poderosos querían más, y tras desregular y manipular, han hecho saltar la banca, han roto los débiles equilibrios consensuados y ahora necesitan todo para arreglarse lo que ellos estropearon, y nosotros pagaremos.

Y el miedo ha hecho el resto. Nadie levanta la voz, todo el mundo mira para otro lado a ver si escapa del problema. Porque el que no tiene trabajo algo habrá hecho; porque vivíamos por encima de nuestras posibilidades, porque hay que dejar de quejarse y arrimar el hombro, más horas, más barato y sin derechos.

 Hay mil soluciones para salir de ésta, pero ninguna sirve. La ineptitud de nuestra clase política nos está quitando las últimas esperanzas que nos quedaban. La izquierda no dio la talla, pero a esta derecha la denostan hasta los suyos, tanto en Europa como en su propia prensa, y el crédito de la mayoría absoluta lo han dilapidado en el primer semestre. ¿Sálvese quien pueda...?

Publicado en EL CORREO 29/06/2012