sábado, 7 de noviembre de 2009

Paciencia

Lo recuerdo de tarde en tarde. Me apetece escribir, y aquí tengo el sitio, pero soy perezoso y cuando lo hago tengo otras preocupaciones. Empieza el otoño con virulencia. Lluvia, viento y frío, casi sin avisar. Este verano ha sido largo, ha durado hasta noviembre, y ya le echamos en falta.

Necesitábamos agua para el campo, y cambios de tiempo en el cuerpo. Pero se acabaron los paseos al sol, las mujeres sin ropa y la tranquilidad del estío, del tiempo libre. Volvemos al trabajo, que a mí me causa placer, pero perdemos ese poder elegir, esas alternativas bajo los árboles, en el parque, en el pueblo. Falta una foto de paisaje bucólico, un atardecer pegajoso, y será tan pedante como todo el escrito de hoy.

Pero no lo borro, ni admito críticas por ñoño. No es para nadie.

miércoles, 26 de agosto de 2009

Regreso

Hace tiempo que no abro el blog. Me gusta escribir, pero me molesta que alguien pueda identificarme. Prefiero que quede anónimo. Pero entonces ¿para qué escribir un blog?
Termina el mes de agosto. He cogido varios días de vacaciones que se han disfrutado. He conocido sitios nuevos y visto a amigos viejos. Y ha sido agradable. Había un grupo de buena gente para fiestas, de esos que ves poco, y hay mucho que contarles.
Vacaciones en las que se trasnocha, se baila y se disfruta, se abandona el hábito y se pierden las costumbres.
Estamos en esa fase en que los hijos vuelan solos. Ahora quieres que te dejen libre, poder disfrutar de tu tiempo sin sus ataduras. Mañana les echaremos de menos cuando se vayan, pero ya no tendrá remedio.

lunes, 29 de junio de 2009

Política en mi País.

Me gusta como está cambiando mi País. El actual Lehendakari es completamente distinto. Habla claro, no utiliza eufemismos, ni maltrata el idioma. Emite un mensaje diáfano: hay un problema que debemos resolver entre todos, sin miramientos, y aquellos que quieran hacer trampas, o los que no las condenen, están condenados al ostracismo.
No hay disculpas. Hay reglas de juego, conocidas por todos y a respetar por todos. Y hay esos dos graves problemas, el económico y el respeto a la discrepancia. El primero se aborda entre todos, con trabajo, con responsabilidad y asumiendo riesgos.
El segundo es más grave y más profundo, y su solución llevará tiempo y esfuerzo. Primero desde los medios públicos, para cortar mensajes equívocos o claramente ilegales. Luego desde la educación, con la tolerancia y el respeto a la discrepancia como valores a priorizar. Y por último con la actuación de la Ertzantza y la Justicia. Es imprescindible convencer a todo el mundo de que el que la haga la pagará, más pronto que tarde.

miércoles, 17 de junio de 2009

Otra etapa. Seguimos igual.

Casi dos meses sin entrar, sin tener nada que contar, o al menos sin hacerlo. Ha sido emocionante, ha habido mucho trabajo, buenos resultados y algún disgusto, como el resto de los meses.
Me preocupa la calle. Hay sensación de parálisis. Ha bajado el tráfico, el consumo, el ruido. Salvo momentos puntuales, tengo sensación de tristeza, de preocupación, de miedo.
Unida al grave problema económico, formará la tan temida profecía autocumplida. La situación es muy dura, y con el miedo a que sea aún peor, nos quedamos en casa, y eso agravará el escenario. Me parece patético el Gobierno intentando vender "brotes", "que lo peor ha pasado", porque no es cierto. Pero tampoco tienen otro remedio, y con la oposición civilizada y positiva que tenemos, no queda otra que tirar solo del carro. Y no va a poder.

jueves, 16 de abril de 2009

Capitulo 10


Y hay que afrontar lo que llega, y conseguir hacérselo más fácil a los del entorno. Ellos no deben padecer lo que nos cae, ya tienen suficiente con lo suyo. Y si no tienen edad para notarlo que disfruten lo que les queda.
Solo estaban de acuerdo en una cosa: a partir de ahora ya nunca se vivirá como hasta ahora. Los que lo superen lo disfrutarán, pero el resto no recuperará el bienestar anterior. Y eso nos afecta a todos. Porque no sabemos que nos viene, si un amanecer o un ocaso.

Sierra de Francia (Salamanca)

Capitulo 9

Seguimos en movimiento, sin saber exactamente hacia donde, pero no nos dejan parar. Nos convencen de que no se puede perder el tiempo, pero la verdad es que evitan que lo meditemos.
La situación se presenta terrible, la sociedad se está parando. Hablan de crisis sistémica, cuando deberían llamarla desconocida. No hay soluciones porque ingoramos el problema, solo vemos consecuencias y personas que explican el origen de maneras distintas.
Hay alternativas ocurrentes, que no solucionan nada, y otras que apoyan a los de siempre, que volverán a hacer lo mismo con el nuevo dinero a su disposición. Hay un sálvese quien pueda, miedo, desconfianza, y los que creemos que estamos al margen, más seguros, acabaremos salpicados por la realidad. Porque esa sí es tozuda.

miércoles, 1 de abril de 2009

Capitulo 8

Todo fluye por su cauce habitual. Todo funciona según está previsto, con altibajos, pero dentro de lo marcado. El largo plazo es otra cosa. La crisis atenazará los proyectos en cartera, y cuando se terminen los actuales empezarán los problemas. Las cifras que se manejan son aterradoras, y este año y sobre todo el próximo pueden ser dramáticos.
Y lo más terrible es que nadie tiene la solución a la crisis. No se sabe como abordar el problema, como atajar las consecuencias de tanto dislate y si se saldrá de esta situación de una forma positiva. Todos dicen que ya no volveremos a vivir como hasta ahora, pero incluso en eso hay muchos matices.

viernes, 27 de marzo de 2009

Capitulo 7

Todo regresa a la normalidad. Los nubarrones se dispersan, y se levanta una sauve brisa que renueva el aire. La crisis se da por concluida, se relaja el ambiente. Sigue el trabajo diario, los temas a completar y mejorar, discusiones y soluciones.
No han conseguido desestabilizar a la dirección, y han cosechado una sonora derrota, que deberemos prorrogar y amplificar. Han jugado sucio, y eso deben saber que tiene un precio, alto y doloroso. Hemos visto que no se puede dejar un flanco descuidado, que lo van a aprovechar. Pero que pese a que las cosas parezcan perdidas, nunca se puede ni bajar los brazos ni perder la esperanza.
¿Y tú? Has cumplido, has demostrado que conoces tu función, y la has desarrollado. La seguridad quedó garantizada, y supiste analizar el problema y sus efectos. No fue tan grave como parecía en un principio, y tu situación personal vuelve a la normalidad. Tranquilizadora palabra.

jueves, 19 de marzo de 2009

Playa de Berria. Santoña (Cantabria)

Capitulo 6

Pero no desaparecía la desazón. Sabía que algo no funcionaba. Tal vez fueran figuraciones suyas, pero no le miraban a los ojos.
Trabajaba igual, con sus aciertos y sus errores, y lo seguiría haciendo pasara lo que pasara. Siempre había dormido bien, con la conciencia tranquila, y esa angustia era algo nuevo para él. La solía controlar con ejercicio físico, pero eso solo la tapaba.
En su fuero interno tampoco quería saber. Sospechaba que personas de su confianza le habían fallado, y no quería escucharlo. Era bonito vivir en su paraíso, trabajar duro y recibir recompensas, todo blanco o negro, idílico y fácil. Pero ese lugar es pura ficción.

martes, 17 de marzo de 2009

Capítulo 5

Por primera vez en mucho tiempo se empezaron a ver claros en la espesura. Si hasta el momento las circunstancias no habían precisamente ayudado, ahora la situación quería volverse propicia. No era nada perseguido, aunque si previsible, y el muro que nos había rodeado a la empresa comenzaba a desmoronarse.
La luz se veía cerca, y toda la campaña de acoso a la dirección perdía fuerza. Ante la falta de argumentos legales y sin capacidad de maniobra, los rivales reculaban sin remedio, y la falta de argumentos técnicos podía terminar en fracaso.
Y eso se estaba aprovechando. Era el momento de demostrar que repetir cien veces una mentira no la convierte en verdad.

lunes, 16 de marzo de 2009

Capítulo 4

Empezó como en los buenos tiempos. Le apetecía sentirse libre dando su opinión, publicándola pese a saber que no iba a gustar. No compartía las dudas, la eterna indefinición, el querer quedar bien con todos. Había que tomar partido, presentar por fin una postura clara con todas sus consecuencias. Y él lo hizo.
La ceremonia contenía dos partes. Una atreverse a mandarla, y la segunda esperar a su publicación. Podía ser que sí o que no, mañana mismo o en unos días, por lo que comprar el diario tenía otro atractivo añadido. Le hacía sentirse bien y además le apetecía.
Lo siguiente era reivindicarse, asumir y empezar a trabajar. Y ya estaba hecho.

Capítulo ¿3?

La vida seguía su curso, dentro de la continua sorpresa de los últimos tiempos. Estaba claro que ya no iba a volver la tranquilidad anterior, y que debía plantearse su vida en todos los ámbitos. Había comenzado una lucha sorda, en la que no dejaba de ser un peón, y en un principio además trofeo. Después de tantos años se había encontrado en medio de una pelea, sin comerlo ni beberlo, solo por el hecho de estar ahí, en un buen sitio en un mal momento.
Pero ya estaba bien de compadecerse, y de buscar culpables fuera de si. Se había dormido, habia dado por supuesto que su sola presencia solucionaba los problemas, y había descuidado su obigación.

jueves, 12 de marzo de 2009

Todo empezaba a mejorar. Habían abandonado el hospital, y ella se encontraba bien. Tenía dolores, molestias y quejas. También sus aprensiones, pero eso formaba parte del paisaje normal. Echaba en falta el contacto con ella, y esos ruidos le decían que ya estaba en casa.
Bajaba el trabajo, la rutina habitual se la devolvía. Volver a quejarse porque duerme encima, porque le quita la manta y porque le despierta. Porque no sabe dormir solo.

Capítulo 1

No se podía quejar. Tenía una buena vida, una familia y una situación desahogada. Le gustaba su trabajo, y escuchaban sus puntos de vista. Por eso aquella mañana se sintió tan mal.
Analizó qué estaba pasando, y después de muchas vueltas vio nubarrones en el horizonte. Tampoco era tan grave, solo modificaba una buena situación. A partir de ese momento debería tomar precauciones, ser mucho más precavido en sus actuaciones y prepararse para futuras emboscadas. Ahora sabía que había despertado envidias, no sabía muy bien porqué, y que había gente que intentaría perjudicarle.
Todo presentaba una nueva dimensión. Había que cambiar moderadamente de estrategia, empezar a sumar apoyos y dejar de ir a pecho descubierto. Sería más complejo, pero más estimulante.
Y había acertado en lo fundamental: si se hubiera dejado llevar por un primer impulso, lo estaría lamentando. En tiempos de crisis las respuestas deben ser especialmente meditadas, y había acertado esperando, sin tomar decisiones al calor de los acontecimientos.
Ahora comenzaba la segunda fase. La suya. Habían descubierto sus cartas con bastante torpeza, y eso había que aprovecharlo.

lunes, 9 de marzo de 2009

Capítulo 0

Intenté hacer las cosas bien. Me involucré en el proyecto, y lo hice de tal manera que quité horas a los míos. De hecho salió adelante, conseguimos el contrato por primera vez, pero de pronto todo se cayó. El responsable del éxito pasó a ser el culpable de ... ¿la victoria?, y sin solución de continuidad recibí toda una colección de golpes, no sé si inmerecidos, pero si inesperados.
Dudo hasta de cómo pedir explicaciones. ¿A quién?, y sobre todo, ¿porqué?. No consigo que me abandone esa desazón, ese nudo en el estómago que me retrasa el descanso y me amarga el carácter. Me siento traicionado de la peor manera: sin saber porqué.

Comencemos ...

Mi hija me acaba de crear este blog. Esto significa que tengo más de treinta, y que por cierto no me llamo Iker.
No tengo nada especial que contar, y no sé si mañana continuaré con esto. No me preocupa que lo lea nadie porque lo hago para mi propio consumo, y no me apetece ponerlo bonito, para quedar bien con no sé quién.
El título es una invitación, pero desconozco el motivo y el destinatario. Me ha gustado, sin más. Tal vez sea porque no estoy en mi mejor momento, ni tampoco lo está mi entorno. Será que los biorritmos están bajos, que tenga sueño o que me sienta profundamente traicionado.
Tal vez escriba una historia por capítulos. Será o no será autobiográfica, tendrá que ver algo con la realidad o simplemente saldrá lo que fluya. O no volveré a escribir. Pero necesito combatir mi desazón.